Imagen de mujer mayor, sentada, a su lado una maleta y al fondo tiendas de campaña, en alusión a la migración forzada de adultos mayores

El mundo actual está siendo marcado por conflictos crecientes, desastres naturales y modelos sociopolíticos que han convertido la migración forzada en una crisis global que afecta a millones de personas. 

Entre los grupos más vulnerables se encuentran los adultos mayores, quienes se ven obligados a abandonar sus hogares y comunidades en la recta final de sus vidas. 

Lejos de ser un problema transitorio, el desplazamiento forzado puede tener consecuencias profundas y de largo plazo en los ancianos. La pérdida de sus redes de apoyo y la necesidad de adaptarse a nuevos países genera innumerables dificultades físicas, emocionales y socioeconómicas.

El problema se agrava para los ancianos desplazados, ya que siendo uno de los grupos que más sufren las consecuencias de la migración forzada, suelen quedar invisibles ante la opinión pública, 

Solamente aplicando políticas y programas enfocados, podremos mitigar su tremendo impacto en quienes son más frágiles y merecen nuestra máxima atención y apoyo.

Grupo de ancianos camina por una vereda rural, alusión a migración forzada

¿Qué es la migración forzada?

La migración forzada es un hecho que se produce cuando las personas se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos, persecución o desastres naturales. Este tipo de migración afecta a millones de personas en el mundo, incluyendo a muchos adultos mayores. 

Para los adultos mayores, la migración forzada representa un desafío aún mayor que para otras poblaciones. Ellos sufren de manera desproporcionada los efectos de dejar atrás sus comunidades, posesiones y redes de apoyo. Además, corren mayor riesgo de problemas de salud relacionados con el estrés del desplazamiento.

Impactos físicos y de salud

Los viajes prolongados y las malas condiciones durante la migración forzada pueden agravar problemas de salud preexistentes en los adultos mayores. El acceso limitado a alimentos, agua, vivienda y atención médica aumenta el riesgo de desnutrición, deshidratación, hipotermia e infecciones.

Entre los impactos físicos y de salud en los adultos mayores que sufren migración forzada podemos encontrar:

  • Agravamiento de condiciones preexistentes: enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y artritis se pueden desestabilizar por la falta de continuidad en el tratamiento y el estrés del desplazamiento.
  • Desnutrición y deshidratación: el limitado acceso a alimentos y agua segura durante la migración aumenta el riesgo de carencias nutricionales y sus efectos.
  • Hipotermia e insolación: la exposición a temperaturas extremas sin protección adecuada puede generar peligrosas bajadas o subidas de la temperatura corporal.
  • Infecciones y enfermedades contagiosas: el contacto cercano con grupos grandes y las malas condiciones sanitarias facilitan la propagación de enfermedades infecciosas.
  • Problemas músculo-esqueléticos: el esfuerzo físico de largas caminatas provoca dolores, lesiones e inflamación de músculos y articulaciones.
  • Deterioro cognitivo: la falta de estímulos y desestructuración de la rutina pueden acelerar cuadros como Alzheimer o demencia senil.

Los ancianos necesitan atención médica, nutrición y condiciones de viaje adecuadas para prevenir estas graves consecuencias físicas y de salud.

El estrés emocional de la migración también puede manifestarse físicamente. Los investigadores han relacionado la migración forzada con un mayor riesgo de hipertensión, accidente cerebrovascular y otros problemas cardiovasculares en esta población.

Efectos psicológicos y emocionales

Además de los desafíos físicos, la migración forzada conlleva un alto costo psicológico. Muchos adultos mayores sufren depresión y ansiedad debido al trauma de dejar atrás sus hogares y la incertidumbre sobre su futuro. 

Algunos de los principales efectos psicológicos y emocionales de la migración forzada en los adultos mayores son:

  • Depresión: la pérdida del hogar y la comunidad, sumado al aislamiento, puede desencadenar cuadros depresivos.
  • Ansiedad: la incertidumbre sobre el futuro y la adaptación al nuevo país genera angustia y preocupación constante.
  • Estrés postraumático: episodios traumáticos vividos durante la migración pueden causar este trastorno. 
  • Duelo prolongado: extrañar sus seres queridos, posesiones y forma de vida requiere elaborar un complejo duelo.
  • Deterioro cognitivo: los cambios drásticos aceleran el declive en funciones cerebrales como memoria y orientación.
  • Sentimientos de soledad: la pérdida de redes familiares y sociales conlleva una profunda soledad.
  • Desesperanza: algunos ancianos sienten que nunca podrán adaptarse ni recuperar la felicidad.
  • Vergüenza / Culpa: ciertos ancianos se culpan por no poder proteger más a sus familias. 

Atender la salud mental y dar apoyo emocional son claves para mitigar estos graves impactos psico-emocionales en los adultos mayores migrantes.

La pérdida de seres queridos y comunidades también contribuye al aislamiento y la soledad. Los lazos familiares pueden fragmentarse durante el caos de la migración forzada, dejando a algunos ancianos completamente solos.

Aplicando para búsqueda de empleo

Problemas económicos y de integración

Los adultos mayores también enfrentan desafíos únicos para integrarse y generar ingresos en sus nuevos países. El idioma y las barreras culturales suelen ser más difíciles de superar a edades avanzadas. El acceso a oportunidades laborales o beneficios sociales puede ser limitado.

Los adultos mayores migrantes forzados enfrentan varios problemas económicos y barreras para la integración:

  • Desempleo y pobreza: tienen menos acceso a trabajo por la edad, idioma diferente y falta de redes. La pobreza dificulta satisfacer necesidades básicas.
  • Dificultad de acceso a beneficios: desconocen o no califican para pensiones, subsidios de salud o vivienda que podrían aliviar su situación. 
  • Pérdida de ahorros y propiedades: el desplazamiento forzado les impide usar activos acumulados para su vejez.
  • Analfabetismo y brecha digital: niveles educativos bajos y falta de habilidades tecnológicas limitan sus oportunidades.
  • Barrera idiomática: el desconocimiento del idioma del nuevo país obstruye la comunicación y participación social.
  • Limitada vida social: menos contacto con connacionales y dificultad para entablar nuevas amistades por factores culturales.
  • Discriminación: algunas sociedades son menos acogedoras con ancianos inmigrantes de diferente procedencia.

Los programas de inserción laboral, clases de idiomas y apoyo legal son muy importantes para facilitar su integración económica y social.

La pobreza resultante agrava otros problemas. Sin recursos suficientes, los ancianos desplazados tienen más dificultad para acceder a una vivienda estable, alimentos nutritivos, atención médica y otros servicios esenciales.

Proteger y apoyar a los más vulnerables

La comunidad internacional debe reconocer y responder a las necesidades específicas de los adultos mayores en situaciones de migración forzada. Desde la planificación de los viajes hasta la provisión de servicios médicos, psicológicos y sociales, se requieren enfoques sensibles a la edad. 

Algunas medidas para proteger y apoyar a los adultos mayores en situación de migración forzada:

  • Darles prioridad en el transporte, el alojamiento y la distribución de ayuda humanitaria, considerando sus necesidades especiales.
  • Proveerles exámenes médicos completos y acceso expedito a tratamientos, medicamentos y seguimiento de enfermedades crónicas. 
  • Ofrecer apoyo psicosocial, grupos de ayuda y líneas directas para atender su salud mental y mitigar la soledad.
  • Facilitar su inserción laboral o el acceso a pensiones, subsidios y programas sociales en los países de acogida.
  • Proporcionar capacitación para desarrollar habilidades lingüísticas y laborales que promuevan su integración.
  • Fomentar el contacto con sus connacionales y vínculos sociales con la comunidad local para evitar el aislamiento.
  • Realizar campañas contra la discriminación y por los derechos de los migrantes para crear sociedades más inclusivas.
  • Considerar facilidades migratorias y reunificación familiar para apoyarlos mejor tanto en destino como en un eventual retorno voluntario.

Con voluntad política y recursos, podemos mitigar el enorme impacto humanitario de la migración forzada en los ancianos. Ellos necesitan y merecen nuestra máxima atención y solidaridad.

Solo así podremos mitigar el tremendo impacto humanitario de la migración forzada en aquellos que son más vulnerables, pero a menudo son olvidados. Se necesita voluntad política y recursos para proteger y apoyar a nuestros ancianos desplazados.